¡Qué clima tan malo!

martes, mayo 29, 2007

Ya voy entendiendo el porqué de ese culto al sol que tienen los alemanes.
Y es que aquí el clima es una…

A puertas de Junio y casi de verano llevamos más de 24 horas con un clima que más bien parece de otoño – invierno que otra cosa.
En estos 2 días el sol ha brillado por su ausencia, a su vez, una lluviecita incesante que si te descuidas te puede llagar a desquiciar. Y como no, si el sol no brilla; hace frío y toca volver a encender la calefacción central para calentar el agua, ya que los paneles solares se toman unas vacaciones forzosas.
Lo mejor de todo es que siempre la víspera de estos temporales suele ser muy veraniega, tanto que hace creer a los alemanes (y hasta lo publican el los periódicos) que tienen mejor clima que en España (para muchos alemanes España es la referencia del mejor clima que puede llegar a existir. Bueno, si no conocen más que Mallorca y el arco mediterráneo español, ¿Qué más se les puede pedir?).
Pero la alegría no les dura ni tres días, ya que la madre tierra se encarga de desbaratarles esa ilusión y de recordarles ¡QUE ESTAMOS EN ALEMANIA!


Vaya, fijándome un poco en la foto; el parking del vecino más bien parece un concesionario de la Opel y en concreto del modelo "Corsa", que el de un médico.

El Castillo de Johannisburg

sábado, mayo 12, 2007




El pasado 1 de mayo aprovechando el festivo, cogimos nuestras “burras”, la cámara de fotos y emprendimos el viaje dirección Aschaffenburg siguiendo el río Meno (Main en alemán).

35 km. nos separaban de nuestro destino, pero la climatología de este día junto con su festividad, hacían muy atractivo el viaje.
Durante el trayecto estuvimos acompañados de otros cicloturistas, pero esta vez el número era notablemente mayor. Ya que en este festivo en particular la gente tiende a echarse a la calle. Pero no a conmemorar los logros laborales y sociales como en otros lares. Sino simple y llanamente porque se han hecho a la tradición de que ese día hay que salir a como de lugar, sea en bici, caminando, de picnic, a los restaurantes etc... la cuestión es no quedarse en casa. Por lo menos así es por esta zona, no sé como será en el resto del país.

Algo que me llamó mucho la atención fue que a pocos kilómetros de llegar a nuestro destino empezamos a encontrarnos transeúntes con vestimentas un tanto inusuales.
Lo más llamativo además de lo inusual de los atuendos, era la edad de sus poseedores. Eran todos chicos y chicas que no superaban los 18 años y su ropa era la típica que usan los evangélicos. Es decir ropa muy formal y recatada.
En un principio pensé que habíamos pasado cerca de un “Culto”, teoría que quedó descartada una vez que indagué a mi novia. Además de que esta religión es casi inexistente en este país.
Según ella esa era la ropa de los días “festivos”, días tales como el 1 de mayo. Vaya…
La verdad es que las chicas resultaban muy monas vestidas de esa manera. Ya que lo normal suele ser ver a gente de esas edades vistiendo ropa un tanto “rebelde” y hasta desaliñada.

Una vez llegamos a nuestro destino, quien nos da la bienvenida a la ciudad de Aschaffenburg es el majestuoso castillo de Johannisburg, el cual fue construido por Georg Ridinger entre 1605 y 1614, por encargo del arzobispado de Mainz. Posteriormente sobre el año 1826 paso a convertirse en la segunda residencia de Luís I de Baviera. Quien denominó a la ciudad como “La Niza Bávara” más que nada haciendo alusión al clima agradable de esta, la cual le recordaba a la ciudad francesa que con frecuencia visitaba.
Actualmente el castillo es considerado una clara representación del renacentismo alemán.

Pinchando sobre la foto serán redirigidos a las fotografías de esta excursión.
Allí podrán apreciar la cantidad de cicloturistas que circulaban por el carril bici que pasa a los pies del castillo y paralelo a río Meno. Y también a los nativos que hacían “picnic” en los bonitos jardines del castillo, a le vez que disfrutaban de unas buenas vistas del río. Y obviamente al castillo en cuestión ;-)

Restaurante seudo sudamericano…

lunes, mayo 07, 2007

Ayer mientras mi novia leía la sección “empleos” de los clasificados del periódico local, vio un anuncio que le llamo la atención. El anuncio decía algo así como:
“Restaurante necesita ayudante de cocina para medio tiempo”
“¡Justo lo que necesito!” Pensé yo, un trabajito de media jornada que me deje tiempo para seguir con el aprendizaje de la lengua alemana.

Y como el restaurante tenía nombre italiano le dije que recortara el anuncio para que llamáramos hoy lunes. Dando por supuesto que fuera de italos – argentinos, cosa muy común en Alemania o por lo menos por esta zona. Argentinos con pasaporte italiano que montan heladerías o pizzerías Italianas.

Mi novia llama hoy por la mañana y nos encontramos con la “grata” sorpresa que el restaurante no era de italos – argentinos, sino un restaurante de comida “sudamericana”.
La mujer que nos atendió no pareció darle mucha importancia al hecho de que mi alemán fuera muy básico. Y nos (me) cito para la tarde...
“¡Este trabajo es el mío!” Pensé yo, un trabajito de media jornada que me deje tiempo para seguir con el aprendizaje de la lengua alemana y encima en Español.

Esta tarde al llegar a la cita, nos encontramos con un nuevo y pintoresco restaurante, el cual tenía una música de fondo de esa que la mafia de los Estefan le vende a los gringos como música latina y oh, oh la que nos recibe es una típica Alemana rubia de bote y carbonizada de tanto solarium…

Ya me empezaba a esperar lo peor.

Nos hace tomar asiento y llama a su socia, una suiza un poco “freak” la cual supuestamente habla Español pero en lo que duro la conversación no pronuncio palabra alguna en este idioma.
Ambas preguntan que si hablo alemán, pregunta la cual entendí, pero que mi novia al rescate se apresura a contestar. Porque una cosa es entender y otra es luego contestar…
Bueno, mi novia le dice que estoy aprendiendo pero que aún me falta…
Cosa que es cierta, porque aunque tengas nociones básicas, en un mes no se aprende esta lengua tan compleja...

Al final me dicen que sin alemán lo sienten mucho y tales… (Cuando por teléfono no pusieron objeción) Además de que el cocinero es yugoslavo y su alemán me resultaría difícil de entender… :-X
Sí, sí un restaurante de comida “sudamericana”, que también vende comida mexicana (¿O es que México esta en sur América?) cuyas dueñas son teutonas y su cocinero yugoslavo. Encima confiesan que no tienen ni p… idea de lo que cocinan y que a veces suelen llamar a latinos para que les den sugerencias sobre qué cocinar… Como a una brasilera que habían llamado hace poco.

Me preguntaron si yo estaría dispuesto a venir algún día a sugerirle platos típicos colombianos…
A lo cual muy diplomáticamente les dije que sí, pero la llevan clara si piensan que voy a regalarles mis “conocimientos” culinarios para que unos seudo sudacas se lucren.
Que se tomen la molestia de interesarse un poco por esa cultura y que no estafen a los bobos alemanes con un restaurante seudo sudamericano.
Bueno, a la larga los alemanes que asisten a esos sitios no son bobos. Eso es lo que les gusta. Un sitio decoradito y con una carta en otro idioma que los haga sentir exóticos y como no, que los claven exóticamente.

Porque imagínense en España un restaurante que dice ser de comida tailandesa, cuyos dueños son andaluces que no tienen ni idea de Tailandia y el cocinero es de… Polonia.
Polaco que obviamente tampoco tiene idea de Tailandia.

O en Colombia un restaurante Noruego cuyos dueños son paisas (de Antioquia o Medellín para que se ubiquen los que no conocen) que no tienen idea de Noruega y el cocinero es de… Bolivia. Boliviano que tampoco tiene idea de Noruega…

El castillo de Mespelbrunn

viernes, mayo 04, 2007


Una de las cosas que más me gusta de Alemania (además de que es verde, muy verde, lo cual ofrece lindos paisajes) es que puedes encontrar fácilmente castillos por donde quiera que vayas. Castillos que además de ser bonitos y de tener unos alrededores muy bien cuidados, puedes acceder a ellos en bicicleta. Lo que para mí es una delicia, pues me encanta montar en bicicleta.

Contando con una buena red de carriles bici (ciclo rutas) en donde la mayoría de las vías son asfaltadas, además de bien señalizadas. Alemania es (después de Holanda claro esta) el paraíso para los ciclistas o cicloturistas.

Por tal motivo mi novia y yo nos hemos propuesto a conocer en bicicleta la mayoría de sitios de interés cercanos a nuestro lugar de residencia, aprovechando de que vivimos en medio de un extenso parque natural, el cual pertenece a la mayor zona boscosa contínua de Europa.
Este parque se llama “El Spessart”. Y de momento ya hemos hecho 3 excursiones en bicicleta.
Una de ellas fue el pasado Domingo al “Castillo de Mespelbrunn”.

Tras 14 Km. pedaleando y siempre acompañados por otros cicloturistas, senderistas y patinadores. Además de los bonitos paisajes típicos de postal Alemana. Nos encontramos de frente con un castillo de aproximadamente 440 años. Una imagen preciosa, digna de ser fotografiada y como para eso siempre nos llevamos la cámara que es nuestra fiel compañera, además de las bicis, aquí les ofrezco algunas imagenes. Al pinchar sobre la foto serán redirigidos a la página en donde estan alojadas algunas de las fotografías que le tomamos a este bonito castillo que con modestia parece emerger del lago artificial.

Según cuenta la web oficial del castillo, este no sufrió daño alguno en la II guerra mundial gracias a su ubicación un tanto escondida. Y en una parte del castillo aún habitan los descendientes de los “nobles” que los construyeron.